Dando por hecho que el proceso para la obtención de las firmas necesarias para la presentación de la moción de censura contra la actual junta directiva presidida por Joan Laporta, ha prosperado, hace que los culés en general y socios en particular debamos plantearnos qué es lo que nos conviene en este momento, para votar en consecuencia si queremos que hayan elecciones con posibilidad de cambio en la dirección del club.Así, por un lado es cierto que hemos sido testigos de la degradación que ha sufrido el actual presidente desde sus comienzos hace ya 5 años hasta la fecha actual, plasmada sobretodo en sus numerosos y en ocasiones lamentables lances impropios de la persona que obstenta un cargo tan importante como la de ser presidente de esta entidad que es el F.C. Barcelona. También es cierto que ha sido de muy poco elegante la particular manera que han elegido para despedir a su abanderado durante los últimos 5 años, el Sr. D. Frank Rijkaard, al que han responsabilizado de manera mezquina del fracaso deportivo cosechado en los 2 últimos años, en lugar de dar las gracias por los éxitos conseguidos para la entidad y que permanecerán de manera especial en la historia de este club, como así se lo hemos reconocido socios y aficionados. Pero por otro lado, veo que esta moción de censura me parece un tanto exajerada e inoportuna, pues creo que la gestión global de la directiva no ha sido tan extremadamente mala como para que se le cuestione con un proceso de este tipo. De hecho sin ir más lejos tenemos que reconocer que a priori los fichajes que se realizaron el verano pasado debían mejorar de todas todas el nivel de la plantilla y que todos nos ilusionamos, y que quizas faltó rematar con la salida de alguna de las "vacas sagradas" y lo que seguro que sí ha fallado es la gestión del vestuario, labor que debía ser más del entrenador que no supo estimular de nuevo a la plantilla que no de la directiva. Así, la primera decisión de este verano que era el relevo en el banquillo por un hombre de la casa como Pep Guardiola, me parece acertada en el fondo aunque no en las formas. También, la política de fichajes no me parece errónea donde de los nombres que se barajean, los hay que ya su calidad está contrastada y los hay que deben explotar si el clima en el vestuario vuelve a ser finalmente positivo. En conclusión, creo que lo único que justifica esta moción de censura han sido las formas que ha demostrado el presidente y no la gestión de su junta directiva, y que un proceso de este tipo en estos momentos quizás perjudiquen más que ayuden a la entidad quienes de manera legítima, no lo olvidemos, habían recibido el apoyo mayoritario de los socios en la última convocatoria de elecciones por un período de 4 años de los que aún restan 2.
